hay un árbol, que me mira y me habla
hay un árbol que al parecer no es árbol
en las calles, sucias de alquitrán y sueños muertos
en una rotonda cualquiera de este gris Hospitalet
hay una planta, hecha árbol
y me mira cada vez
que sin ganas, voy a trabajar
en esas aceras, con los sueños aún
pegados en los ojos
él me observa, algunas veces me interpela
para cuando mi prisa no me ciega
escucho su voz sosegada en el viento
le observo con detalle
veo su magia de árbol absorbido por el cemento
gritando bosque, en medio de la triste ciudad
ese árbol, traído de lejos
que al parecer no es árbol
pero se asemeja,
rinde cuentas con su particular vida,
crea oxígeno,
mientras el polvo de la gris ciudad le devora
y las otras macetas, en los balcones, ingenuas
se ríen de él
él tiene espinas,
por eso me han dicho que no es árbol
su cuerpo es abultado, deforme
pero es el único árbol, no árbol
que cada mañana me saluda
hoy, es otoño
y sus flores han despertado
por ser árbol transplantado, su primavera es otoño
florece hoy
o quizás todo el año, y sus hermosas flores amarillas
desgarran color, en el negro asfalto.
Alex [a-m]
Incluida en el poemario: Poesías al borde del asfalto
Artículo original publicado en MexBcn