ayer, no hace demasiado

voy a decirte algo
que nunca he dicho a nadie antes
quizás tu oído
estaba esperando mis sílabas
quizás mis vocales cortantes
te estaban esperando a ti...

el vacío de la gran nada
el frío en la mañana
el amargor del partir 

la leña en la estufa crepitando
las astillas se parten
y penetran lentamente bajo la piel
una luz entra por la ventana
horizontalmente
rasgando tu belleza
fumándote 

tus manos, encontradas en mi cuerpo
mis sílabas atroces
esperándote
un carnaval de torpezas
una amnistía de cuerpos
descubriéndose
amoldándose 

la cama, chilla tu nombre
yo, te he llorado antes de tu partir
no puedo suspender más exámenes
la vida me lo prohíbe
quizás no se lo haya contado nunca antes a nadie
lo más simple de todo
siempre, lo más simple siempre
es lo más difícil de decir...

[a-m]