voy recogiendo, uno a uno
los restos de mi cuerpo
que el huracán, ha ido esparciendo en la nostalgia
a ratos, voy encontrando primaveras que no recordaba,
algún día de verano jugando con hormigas e incluso
recuerdo, cuando las olas bañaban dulcemente mi dañada piel
pero el trote de mi caballo furioso
no me dejaba ver, entonces
la sedosa verdad
que bajo sus pezuñas de hierro
hería, en la tierra que nos sujetaba
ahora, que invoco pasados no lejanos
sonrisas y primeros amores
al parecer
ha llegado hasta mis costas un cetáceo
donde junto a Jonás
solía refugiarme
varado y descompuesto
sólo quedan los barrotes de marfil que sus entrañas guardaba
de nada sirve, es un mero recuerdo lejano
pero el huracán, lo movió todo de sitio
escarbo en la memoria de manera furiosa
sólo necesito tiempo, me repito,
tiempo para recomponer,
tiempo para reconstruir esta triste verdad
esta dañada verdad
voy al paso, aún sigue el corcel a mi lado
moviendo con ira la cabeza encorvada
me recuerda, que también un día fuimos libres
que el viento nos acariciaba la cara
cuando íbamos al galope tendido
por aquellos parajes agrestes, solitarios
donde fuimos sólo uno
señor roto, señor ira, señor recuerdo...
y veo la espuma recorrer su cuello
escucho su bufido caliente en mi espalda
como un recuerdo lejano de algo
que alguna noche, sin saberlo, dejé atrás.
Alex Madueño
Piel de gallina, señor Madueño.
me alegra que le guste!! 🙂
Precioso poema!
gracias! 🙂
bellísimo...
gracias Stella!! 🙂
Hermosísimo poema, uno de los mejores.
🙂
Muchas gracias amigo! 😉